jueves, 11 de agosto de 2011

Motril

La RAE define ciudad como un “conjunto de edificios y calles, regidos por un ayuntamiento, cuya población densa y numerosa se dedica por lo común a actividades no agrícolas”; aceptemos pues, que Motril es mi ciudad natal.

Últimamente, no sé si porque paso más tiempo aquí o porque el final parece estar más cerca, me encuentro con gente que coincide en decirme más o menos lo mismo, que viene a ser algo parecido a lo siguiente: ¡qué bien, dentro de nada acabas y te tenemos de vuelta!, a ver si vas terminando ya que tenemos escasez de médicos… y siempre pienso lo mismo ¿¿¿por qué motivo iba yo a volver a este pueblo??? 

La verdad es que no me gusta nada Motril, pero tengo que reconocer que este verano estoy descubriendo que hay muchas cosas que solo puedes hacer aquí: en mi día a día lo que más hago (lo único que hago) es ir a la biblioteca a estudiar, que, cosas de las grandes ciudades, no tiene aire acondicionado, ¡menuda cosa! estaréis pensando, pues para mi tiene tres ventajas evidentes: 

1- A 40 grados no te queda más remedio que estar abanico en mano, que si lo haces bien llegas a Septiembre con unos bíceps que ni Rafa Nadal en sus mejores tiempos, sin mencionar ¡lo que te ahorras en gimnasio! 

2- Como todas las ventanas están abiertas tienes la inmensa fortuna de disfrutar de música en directo mientras el vecino de enfrente ensaya una y otra vez su bonito repertorio de piano. 

3- Aprendes a controlar tu ira, se que puede sonar raro pero os pongo en situación: tú escuchando el piano mientras entrenas bíceps y pretendes que tu mente asimile algo de los que estás leyendo... y ves con impotencia como la bibliotecaria enchufa un ventilador para su uso y disfrute…si las cien personas que hay sentadas contigo son capaces de seguir estudiando ¿Cómo vas tú a indignarte y montar un pollo? Controlas tu ira y vuelves a la multitarea.

Y esto solo es posible aquí, porque ¿en qué otra biblioteca pública del mundo ibas a estar a 40 grados y sin aire acondicionado?

Otra cosa positiva que tiene Motril es que la gente discute menos; cuando quedas para ir al cine siempre aparecen en escena las acaloradas discusiones sobre qué película ver o a qué cine ir, pues aquí no tienen cabida: hay un cine, una sola sala y por lo tanto una sola película; que te apetece cenar comida basura, pues tampoco discutes, solo hay una opción, vas al Mc-Donalds; que por el contrario te apetece cenar en un buen restaurante porque es una ocasión especial o por puro placer, pues… ah, no, ahí si hay discusión, hay que decidir quien conduce. Y hablando de ocasiones especiales se me ha ocurrido otra situación ventajosa: imaginad que tenéis que compraros ropa o zapatos para una boda, una comunión o una cena; hay tres o cuatro opciones (contadas con los dedos de una mano, eh!), con lo cual en una mañana has visto todas tus opciones y aprovechas la tarde para hacer turismo en el Corte Inglés, la Calle Mesones o si eres un intrépido, la Calle Larios. Por no profundizar en lo que se fortalecen los lazos familiares en este turismo comercial casi obligado al volver a casa, ya sea de Granada, Málaga o Almería (los tres accesos a Motril) porque los atascos de una hora en un trayecto de tres kilómetros encerrados en un coche ¡dan para mucho!

Espero haber sido capaz de haceros llegar el tono irónico y cómico con el que está escrito este post. Después de toda esta lista de maravillosas “ventajas” sigo pensado que mi futuro no está aquí, Motril no tiene nada más que aportarme y sería ponerme trabas a mí misma, cerrarme puertas, por si fueran pocas las que se van cerrando solas…Lo siento por aquellos motrileños orgullosos de su pueblo, porque por mucho que encaje en la definición de la RAE seguirá siendo un pueblo mientras la mentalidad no evolucione, y a mi entender dista mucho del verdadero concepto de ciudad. Aunque después de todo ¿Quién soy yo? Sólo alguien que quería hacer algo con su vida y no tuvo más remedio que irse del pueblo y descubrió las inmensas oportunidades que te ofrece una ciudad como Málaga, y no sé si me atrevo a imaginar las que me podrían ofrecer ciudades del calibre de Madrid, Barcelona, Londres o Berlín. De todas maneras no descarto volver a tener una residencia estable en Motril, eso sí, será porque no me quede más remedio.

1 comentario:

  1. Jajajaja, me ha encantado , muy bueno!!! Yo, de Madrid, y sin tener pueblo, me voy el lunes de vacaciones a Conil porque es para mí como un paraíso. Siéntete orgullosa de Motril, todos esos sitios están muy solicitados en verano y como siempre decimos aquí "Tranquilos, pero buena gente"

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