miércoles, 22 de octubre de 2014

Nadie piensa en los niños

Hay gente que no debería tener hijos. Así de duro, así de triste y así de cierto.

Hace un tiempo yo confiaba en la selección natural, tenía una fe ciega en la sabiduría de la naturaleza...sí, hace un tiempo, yo era una ingenua.

Ayer, en la puerta de mi urbanización de Málaga, una madre y una madrastra se arrastraron del pelo por la custodia de un móvil, mientras el padre gritaba barbaridades a los cuatro vientos y llamaba a la policía. Delante de dos niñas. Sus hijas. Dos niñas temblorosas, abrazadas a sus muñecos y llorando como si no hubiera mañana. Y pensé, como en tantas ocasiones en mi vida, "nadie piensa en los niños". 

Los que me conocen creen que me gustan los niños, los que me conocen de verdad saben que son mi Kriptonita, están indefensos ante lo que los adultos queramos hacer, no tienen ni voz ni voto, y no lo soporto. No soporto a esas parejas rotas, esas de ni contigo ni sin ti, esas de ahora me enfado y te echo de la casa o me voy yo, ahora me enfado y no te hablo en meses, que tienen un hijo para arreglar las cosas o lo que es peor, por puro capricho, egoísmo y satisfacción personal. No soporto a esos padres que no les hacen caso a sus hijos. No soporto a esos padres que anteponen sus necesidades a las de sus hijos, siempre y por encima de todo. No soporto a esos personas que adoptan un niño, que no cumple sus expectativas de muñeco. No soporto a esos padres que creen que son los dueños de sus hijos y pueden hacer lo que les venga en gana con ellos. Hay tantas cosas que no soporto...

Y mientras escucho los gritos de mis vecinos recuerdo una conversación de hace ya algún tiempo:

Matilde (9 años) - ¿por qué han tenido un bebé si están siempre peleados?
Quiero contestarle: porque la estupidez humana es infinita Matilde, pero no lo hago. - No lo sé- contesto.
-¿por qué no se separan?
quiero contestarle: porque hay que ser muy inteligente para darte cuenta de que una relación larga no tiene futuro, para entender que no va a ningún sitio. Y hay que ser muy valiente para dar ese paso, es mucho más fácil autoengañarte, y hacer daño a todo el que te rodea, es mucho más fácil ser un cobarde. Pero no lo hago, le digo - No lo sé.
- Pues ojalá lo hagan antes de que el bebé tenga edad para darse cuenta de que sus padres no se quieren. Los padres dicen que no se separan por los hijos, pero en realidad los hijos solo queremos dejar de escuchar discusiones. Cuando mis padres se separaron fue un alivio, ahora somos todos felices.

Y se me parte el corazón. Tiene 9 años y es más madura que muchos de 30. 

Hoy recuerdo esta conversación y pienso en las niñas abrazadas a sus muñecos...Hay gente que no debería tener hijos.

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