martes, 23 de agosto de 2011

JMJ (Jornada Mundial de la Juventud)

No tenía planeado escribir sobre este gran evento porque intuyo que ya debéis pensar que soy un pelín, demasiado polémica, pero como parece que todo el mundo está en posesión de la verdad verdadera, voy a recordarles algunas verdades universales:


- España es un país aconfesional no laico, cosas muy distintas aunque la mayor parte de la población española no sepa lo que significa. Las definiciones de la RAE (laicoaconfesional) no aportan mucha luz al dilema, así que voy a intentar explicarme: un estado laico no está vinculado a ninguna religión, por lo que NO ejerce apoyo ni oposición en tema religiosos; un estado aconfesional NO reconoce religión oficial y cito textualmente: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la iglesia católica y las demás confesiones” (Constitución española, artículo 16.3). Por lo que tiene bastante sentido (a mi humilde entender) que se cedan medios materiales (sillas, vallas…) para facilitar el evento o que colgaran pancartas de edificios públicos, o que el sistema sanitario sufrague actos médicos innecesarios (como la circuncisión) solo por “implicaciones religiosas”, o que se faciliten dietas conforme a la religión en entidades públicas como colegios, hospitales y cárceles.

- La gente que salió a la calle en la manifestación laica o anti-papa (como más os guste) ESTABA EN SU DERECHO de manifestar su descontento tanto como los peregrinos manifestaban su alegría, aunque no entiendo (probablemente porque no lo viví en primera persona) cómo ni por qué se llegó a la situación final de provocación y riña entre unos y otros, y lo que nunca me cansaré de decir es que esa violencia policial (y de algún manifestante) que tan acostumbrados estamos a ver no está jamás justificada.

- El estado español NO ha pagado 50 millones de euros para financiar las JMJ si bien es verdad que el contribuyente ha tenido sus gastos aunque más de uno lo niegue: las deducciones fiscales a los patrocinadores y las “rebajas” en billetes de bus o la cesión de espacios a bajo precio, repercuten en menores ingresos para el estado. Tampoco voy a obviar el hecho de que el peregrino ha dejado sus euros en los hoteles, restaurantes, museos y tiendas de recuerdos españolas entre otros muchos, y eso, señores, se traduce en ingresos (calculados en torno a 150 millones de euros) que bastante falta nos hacen.

- No. No me voy a olvidar de lo que (creo) finalmente me ha llevado a escribir este post: la inmensa HIPOCRESÍA que flota siempre como un halo alrededor de la iglesia católica. Como persona educada en la fe cristiana, me parece como poco curiosa la actitud de estos buenos samaritanos que han cruzado medio país/mundo y se han gastado millones de euros para que el papa se dé un viajecito a Madrid, se pasee por sus calles y lea un puñado de folios delante de un micrófono. Millones de euros por escuchar misa… ¿eso no lo pueden hacer en su ciudad? Millones de euros por confesarse… ¿acaso no hay sacerdote en sus iglesias? Millones de euros por ver al papa (desde la distancia) pasear dentro de un coche…desde el sofá de mi casa se vio bastante mejor. Millones de euros... mientras la gente se está muriendo LITERALMENTE de hambre. Sí. Cada uno gasta su dinero en lo que le da la gana, que para eso es suyo, pero no os deis golpes de pecho de buenos cristianos por haber financiado las JMJ, porque Jesús estaría avergonzado. Eso no es ser buen Cristiano, es ser fanático ni más ni menos que aquel que sigue a su equipo de futbol o ese adolescente que llora en un concierto de su ídolo musical… fanáticos. Mi padre me explicaba el otro día mientras discutíamos (en el buen sentido de la palabra, el de intercambiar opiniones) sobre las JMJ que la iglesia no puede ser pobre porque si así fuera no podría hacer todas las cosas buenas y caritativas que hace, que no son pocas, ojo. Y sí papá, tienes toda la razón, la iglesia como entidad necesita esa solvencia económica para sostenerse y sostener a los demás, pero el católico no, el principio fundamental de esta fe es amar al prójimo y dejar que la gente muera de hambre mientras se gastan millones en las JMJ dista mucho de amar al prójimo . Y no lo digo yo, lo dice la biblia: 

“Al oírlo, Jesús le dijo: - una cosa te falta, vende cuanto tienes, repártelo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; después sígueme. Al oírlo, se puso muy triste, porque era muy rico. Al verlo (ponerse muy triste) Jesús dijo: - qué difícil es para los que poseen riquezas entrar en el reino de Dios. Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que un rico en el reino de Dios.” Lucas 18 (22-26)

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