martes, 12 de noviembre de 2013

La locura en el arte (o el arte en la locura)


Al final he escrito un pedazo de cacho de tocho, cuando mi idea inicial era solo enseñaros lo artista que es mi madre (que no está loca, eh). Mi pintura favorito es la Noche Estrellada de Van Gogh, y mi madre, en su infinita generosidad me ha regalado su propia interpretación de esta obra, hecha en cerámica con sus dos manitas. Y como de esto es de lo que quería hablar, he decidido ponerlo al principio, para que no pierda el protagonismo que quiero que tenga :) ¡¡estoy encantadísima con mi cuadro!!

Antes de enmarcar :)


 Enmarcado y en mi pared :)

Y ahora, mis divagaciones derivadas de La  Noche estrellada:

Desde siempre, de hecho no recuerdo desde cuando, Vincent Van Gogh ha sido (y es) mi artista favorito. Puede ser porque en el salón del apartamento de mi tía hay un óleo de La habitación o quizá por esa lámina de Los Girasoles o puede que sea por ese libro lleno de sus obras, que tantas veces ojeaba de pequeña. 
Con los años, mi gusto artístico fue creciendo y abrí nuevos horizontes al descubrir la sección de arte en la biblioteca.

Entre mis imprescindibles están pintores de la talla de Edvard Munch, Salvador Dalí, Pablo Picasso, Henri Matisse y otros, quizá menos conocidos (en determinados círculos) como Louis Wain. 
Con el tiempo, me di cuenta de que todos ellos tenían una cosa en común: la enfermedad mental.
Así es, todos mis pintores favoritos aparecían en mis apuntes de psquiatría, y eso, queridos lectores, me hizo pensar ¿estaré yo un poco loca? Creo haber llegado a la conclusión de que no estoy más loca que el resto de los mortales.

Hoy, cualquiera con un pincel en la mano y una técnica aprendida, se cree artista. Para mí el arte es algo más que saber copiar la realidad, porque, al fin y al cabo, cualquiera puede aprender una determinada técnica y copiar. El arte es CREAR, y eso, amigos, no es nada fácil y solo está al alcance de unos pocos.

"Mis pintores" canalizaban sus impulsos a través del arte, creando obras irrepetibles. 

Edvard Munch decía que intentaba diseccionar almas en su obra, por eso la temática de sus pinturas gira siempre en torno a los sentimientos. De su obra estrella, El Grito, dijo lo siguiente: "iba por la calle con dos amigos cuando el sol se puso. De repente, el cielo se tornó rojo sangre y percibí un estremecimiento de tristeza. Un dolor desgarrador en el pecho. Me detuve; me apoyé en la baranda, preso de una fatiga mortal. Lenguas de fuego como sangre cubrían el fiordo negro y azulado y la ciudad. Mis amigos siguieron andando y yo me quedé allí, temblando de miedo. Y oí que un grito interminable atravesaba la naturaleza."


El dato curioso que aprendí en clase es que cuando Munch ingresó en un psiquiátrico y comenzó a tratarse, empezó a pintar insulsas escenas de pescadores. Perdió su capacidad de crear, dejó de pintar grandes obras que han pasado a la historia, para pintar escenas de pescadores (WTF) Para mi gusto, hay pocas cosas más horteras, pero oye, que sobre gustos no hay nada escrito.
La cosa es, que la locura forma parte de sus grandes obras, y sin ella, seguramente, no las habría creado.

Louis Wain puede que sea el que menos le suene al español de a pie, pero es un gran conocido en este arte de la locura. Para mí, uno de los mejores, casi tanto como Van Gogh, y su historia me parece,como poco, singular. (dato curioso: también la aprendí en clase). Era un señor que vivía con su esposa y su gato, muy feliz, hasta que ella se puso enferma. Durante la enfermedad de su esposa, el gato cobró especial protagonismo en sus vidas: hacían obras de teatro con él y este tipo de cosas. La muerte de ella, desató la locura en Louis, que dejo de pintar gatos reales para llenar de color y surrealismo sus obras. El pintor de los gatos, nos muestra la evolución de su esquizofrenia por medio de sus cuadros: vemos como poco a poco, el gato deja paso a figuras geométricas, desafiantes y cargadas de intensidad que forman el felino, si eres capaz de interpretarlo, porque el gato como tal, ya no esta allí como una copia de la realidad, sino como una interpretación de la misma, que en definitiva, es lo hace al arte, arte.

Típica foto de su evolución


 


Pablo Ruiz Picasso aparece en libro guiness de los records por ser el artista más prolífico con 13500 pinturas y dibujos, 100.000 estampillas y grabados, 34.000 ilustraciones y 300 esculturas y cerámicas. Fue capaz de canalizar toda esa energía mental, todos sus impulsos en la creación, convirtiendose en uno de los grandes del siglo XX.

Con todo esto no quiero decir que haga falta estar loco para ser artista, ni que estar loco sea sinónimo de artista, de hecho, en la enfermedad mental suele ocurrir todo lo contrario. Es sólo, que en la grandes obras que llenan nuestros museos, me parece que está la proporción adecuada de locura, imaginación y capacidad de creación. 

Unas fotos más de mi nueva adquisición: la pared se ve un poco vacía así que ya he pedido un Lous Wain y un Grito para acompañar a mi noche estrellada 







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